Policía infiltrada enamora y desmantela banda de narcotraficantes en Bogotá
2 minutos de lecturaUna valiente patrullera se adentró en las entrelazadas redes de una de las bandas de distribución de drogas más letales de la capital, logrando ganarse el corazón de uno de sus líderes.
Finalmente, en una operación conjunta con la Policía Metropolitana de Bogotá, culminó con la captura del peligroso delincuente apodado «Guillermo.» La banda, que tenía asfixiada la zona turística del Chorro de Quevedo, se desmoronó gracias a esta audaz agente que, durante meses, se infiltró en sus filas, incluso conquistando a uno de los jefes.
#OperaciónBogotá | Policía infiltrada enamoró a hombre que se hacía pasar por jefe del Tren de Aragua y lo capturó: impactantes imágenes https://t.co/JIm4RnVAyN
— Policía Metropolitana de Bogotá (@PoliciaBogota) October 19, 2023
La intrépida agente de la ley se sumió en el oscuro mundo del crimen organizado, desempeñando su papel a la perfección. Haciéndose pasar por una estudiante universitaria, logró que «Guillermo» cayera rendido a sus pies tras casi un año de astuta inteligencia y artimañas.
La agente narró su arriesgada travesía: «Al verme, me saludaba, me ofrecía chicha, y al interactuar un rato con él y ver que no estaba interesada, me ofrecía sustancias estupefacientes. Alias Guillermo me acompañaba hasta la entrada de la universidad, yo entraba hasta las escaleras, esperaba a que se fuera y salía. Él me esperaba en la salida de la universidad.»
Con una cámara escondida, la valiente oficial documentó, durante casi un año, todas las operaciones criminales. Durante este tiempo, «Guillermo» confesó que había estado involucrado en la organización durante ocho años, de los cuales aproximadamente año y medio se desempeñó en el Chorro de Quevedo.
El líder criminal no solo gobernaba el territorio con puño de hierro, sino que también desterró a los traficantes colombianos que operaban en el sector de Bogotá, amenazándolos con terribles consecuencias.
La oficial escuchó horrorizada cómo el jefe de la organización daba órdenes de tortura y asesinato a sus enemigos, lo que la llenó de temor en más de una ocasión.
Al finalizar su misión, la oficial supo que «Guillermo» tenía planes de viajar a Estados Unidos, lo que marcó el momento propicio para la redada.
«Me dijo que me invitaría a un helado, nos acercamos al lugar y mis compañeros procedieron a capturarlo,» concluyó la agente.
La Policía logró la detención de cinco personas por orden judicial en el lugar que solía atraer a jóvenes y turistas.
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